Jueves, 19 de diciembre. 20h.
María Martínez Ayerza, flauta de pico
Silvia Márquez, clave
-PROGRAMA-
Antonio de Cabezón (1510-1566)
Tiento XIV Ad Dominum cum tribularer
György Ligeti (1923-2006)
Hungarian Rock
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Sonata en Si menor BWV 1030
Isang Yun (1917-1995)
El actor con el mono de «Pinturas chinas”
José Mª Sánchez-Verdú (1968)
Kemet. Tierra negra
Hernando de Cabezón (1541-1602)
Dulce memoriae
ELOGIO DE LA MADERA
“Lo bello no es una sustancia en sí sino un juego de claroscuros producidos por la yuxtaposición de las diferentes sustancias que van conformando el juego sutil de las modulaciones de la sombra”
Elogio de la sombra, Januchiro Tanizaki
El canon estético occidental reconoce su belleza en la luz y en la claridad. Todo aquello que se relaciona con lo oscuro y lo opaco recibe de inmediato una connotación negativa. En cambio en la cultura japonesa, la sombra, hija de la combinación perfecta entre luz y oscuridad, es puesta en valor como símbolo de equilibrio – Yin/Yang -, tal y como explica J. Tanizaki en su citado libro Elogio de la sombra. Este juego con el claroscuro sirve como excusa poética a Silvia Márquez y María Martínez Ayerza para construir Elogio de la madera: un diálogo entre la flauta de pico y el clave, en el que a partir de la Sonata en Sim de J.S. Bach como espejo sonoro, se yuxtaponen sustancias sonoras de dos épocas diferentes – renacimiento y contemporaneidad – separadas por cinco siglos de diferencia.
Con esta premisa, la historia de la música se nos muestra como un continuo palimpsesto sonoro en el que toda época es testigo de su tradición. Un diálogo entre pasado y presente como motor creativo infinito que ya en el siglo XVI se manifiesta en ejemplos sonoros de numerosos compositores. Antonio de Cabezón (1510-1566), basándose en el salmo Ad Dominum cum tribularer – gradual para el segundo domingo después de Pentecostés – construye una fuga a cuatro voces que dará como resultado su Tiento XIV para clave. Años más tarde y de forma algo similar, será su hijo Hernando de Cabezón (1541-1602), quien a partir de la técnica de la glosa – variación de un material musical preexistente – construye su Dulce memoriae basado en la pieza homónima del compositor renacentista francés Pierre Sandrin.
La crisis del sistema tonal durante la primera mitad del siglo XX trajo consigo la búsqueda de nuevas sonoridades sobre las que sustentar nuevos discursos. En la mayor parte de los casos, esta búsqueda tímbrica se canalizó a través de tres vías creativas: el uso de la electrónica como nuevo paisaje sonoro, la exploración de nuevos sonidos con instrumentos tradicionales (técnicas extendidas) y la recuperación de instrumentos históricos propios del renacimiento y el barroco que durante la segunda mitad del siglo XVIII y todo el XIX habían pasado a un segundo plano.
Uno de los compositores que aglutinó magistralmente estas tres líneas de creación fue el húngaro György Ligeti (1923-2006). A finales de los años 70, Ligeti entra en un período creativo basado en revisar las músicas del pasado – huyendo siempre de una estética neo – a fin de crear una suerte de espejo sonoro distorsionado de la realidad pasada. En 1978 compone Hungarian Rock (Chaconne) para clave, un dialogo a tres bandas entre la música propia de su país, el rock americano – en auge durante aquellos años aunque prohibido en Hungría – , y la chaconne: danza propia del renacimiento basada en un bajo ostinato, y al igual que el rock, declarada amoral por su contenido. Estos elementos permiten a Ligeti elaborar un discurso musical trepidante en el que el desarrollo de un bajo ostinato en la mano izquierda sirve de soporte a una melodía de carácter improvisado en la mano derecha, mezcla de rock y folclore húngaro.
La concepción del tiempo como espiral continua que no cesa hace que tradición y contemporaneidad constituyan dentro de la cultura oriental las dos caras de la misma moneda. Así, todo el corpus creativo del compositor coreano Isang Yun (1917-1995) es un diálogo sin pausa entre sonidos heredados del pasado y técnicas propias de la música contemporánea europea de mediados del siglo XX. Gran ejemplo de ello es la obra de 1993 Imágenes Chinas: una colección de cuatro piezas para flauta de pico basada en escenas tradicionales propias de la cultura china y en las que, a partir de un material sonoro muy limitado, Yun elabora una sucesión de momentos sonoros contratantes.
En el Antiguo Egipto sus habitantes llamaban a su país Kemet: “tierra negra” o “barro fértil del Nilo” en contraposición a Deshehet: tierra roja como referencia al desierto. En su habitual acercamiento a las músicas y culturas del pasado como fuente de inspiración, José María Sánchez-Verdú (1968-) compone durante 2015-16 dos obras para la Filarmónica de Desde que constituyen una especie de díptico entorno al Antiguo Egipto: Desheret (Tierra roja) para orquesta espacializada y Kemet (Tierra negra) para flauta de pico y orquesta de cámara. Al año siguiente (2017) y como encargo del Concurso Internacional de Leipzig compone una nueva versión de esta última para flauta de pico y clave y que en palabras del compositor: “ofrece otra perspectiva distinta de esa tierra negra, de esa linealidad del elemento agua que cual proceso generador parece ir empapando el desarrollo de la pieza a través de múltiples líneas en continua evolución que determinan la dramaturgia de esta pieza”.
Texto: Jose Pablo Polo
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María Martínez Ayerza estudió flauta de pico en el Conservatorio de Ámsterdam con Paul Leenhouts (Master of Music, 2006) y Musicología en la Universidad de Ámsterdam (Master of Arts, 2009). Es una gran entusiasta de la música de cámara en general y del conjunto de flautas en particular, dedicándose tanto a los repertorios históricos como de vanguardia. Entre 2004 y 2016 formó parte de AeroDynamic (voz y dos flautas), en 2009 co-fundó el quinteto Seldom Sene y desde 2010 es miembro de la dirección artística del singular conjunto de once flautas renacentistas The Royal Wind Music. Con estos grupos ha grabado quince discos para Lindoro, Brilliant Classics y Pan Classics y actuado por toda Europa, Estados Unidos, México y Taiwan.
María co-dirige y gestiona uno de los festivales de referencia dedicados a la flauta de pico, la bienal Open Recorder Days Amsterdam (ORDA). Además, es jefa de redacción de Blokfluitist, la única revista en holandés íntegramente dedicada a la flauta dulce. En el canal de YouTube Consort Counsellors, María y Hester Groenleer ofrecen consejos a flautistas jóvenes y aficionados, prestando especial atención al repertorio y la técnica de conjunto.
María es profesora de flauta de pico en el Royal College of Music de Londres y da clase de historia de la flauta y consort renacentista en el Conservatorio de Ámsterdam. También ofrece cursos y talleres con frecuencia. En la temporada 2019/2020, por ejemplo, en Bélgica, Alemania, Austria e Inglaterra.
www.mariayerza.com
Silvia Márquez es una de las intérpretes más versátiles y activas del momento. Especialista en teclas históricas, se encuentra igualmente a gusto al clave, al órgano o al fortepiano. Nacida en Zaragoza, obtuvo el Primer Premio en el Concurso Permanente de Juventudes Musicales 1996 en las especialidades de Clave y Órgano, premio al que suceden diversos reconocimientos, como el Premio Especial del Jurado a la mejor interpretación históricamente informada y Mención de Honor en el Concurso Internacional «Primavera de Praga» 1999 o la Mención de Honor en el Concurso Internacional de Clave de Brujas (Bélgica) 2001. Miembro de la Orquesta Barroca de la Unión Europea 2001, recibió asimismo el Premio a la mejor Dirección en los Premios GEMA 2014 y 2017.
Ha ofrecido recitales en España, Francia, Alemania, Irlanda, Suiza, Holanda, Italia, Croacia, Andorra, Austria, Eslovaquia, Portugal, Bolivia y Panamá, y ha sido invitada a formar parte de diversos jurados. Su disco “Chaconnerie” (IBS 2018), constituye un apasionante y poco habitual recorrido por las chaconas para clave desde el siglo XVI hasta nuestros días.
En el año 2000 funda el grupo de música antigua La Tempestad (www.latempestad.es), con el que destacan sus registros discográficos en torno al Clasicismo: sinfonías de Haydn (MAA10 2012) y Mozart (Arsis 2013) en formato de cámara. Recientemente ha publicado “Iberian Harpsichord Concertos” (IBS Classical 2017) con los conciertos para clave de M. Narro, J. Palomino y G. B. Pergolesi (primera grabación mundial) y “Scarlatti: Venezia 1742” (2018). La Tempestad obtuvo el Premio a la mejor Dirección (Silvia Márquez) y Premio al mejor Grupo Clasicismo en los I Premios GEMA (premios ambos que revalidó en 2018) y fue galardonada con el Circuito Festclásica Música Antigua 2016.
Silvia Márquez se formó en su ciudad natal con el maestro José Luis González Uriol y más tarde, becada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Gobierno Holandés, en el Sweelinck Conservatorium de Amsterdam y el Real Conservatorio de La Haya, donde estudió clave (Jacques Ogg y Menno van Delft), órgano (Jacques van Oortmerssen) y fortepiano (Stanley Hoogland). En su formación organística tuvieron especial relevancia las enseñanzas de Montserrat Torrent y, en un ámbito más amplio, los consejos de Gustav Leonhardt, Jesper Christensen, Jan Willen Jansen, Guy Bovet, Jon Laukvik, Christine Whiffen, Andrea Marcon, Patrick Cohen y Lars Ulrik Mortensen. Es Máster en Gestión Cultural con Premio Extraordinario por la UOC (Barcelona).
Especialmente comprometida con la música contemporánea, ha estrenado obras de diversos autores españoles y extranjeros, tanto para instrumento solista como para grupo de cámara, y trata de incentivar la creación de nuevas piezas. Su proyecto centrado en la música española para clave en el siglo XX le hizo merecedora de la Beca Leonardo 2017 (Investigadores y Creadores Culturales) de la Fundación BBVA, gracias a la cual ha publicado su último CD, “Herbania. 20th-Century Spanish Music for Harpsichord”, y próximamente verá la luz la primera grabación mundial del Concierto para Clave de Salvador Bacarisse. Es catedrática de Clave del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
www.silviamarquez.com